QUIENES SOMOS

La Federación Andaluza de Mujeres Empresarias es una organización de intereses empresariales y de género que firma su acta de constitución en la capital andaluza en el año 2000.

Es una organización de base territorial, conformada por organizaciones provinciales intersectoriales y sectoriales. La organización es miembro de pleno derecho de la Confederación de Empresarios de Andalucía y, a través de ella, miembro de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), participando en los siguientes órganos de gobierno de las organizaciones a las que pertenece:

• Asamblea General y Junta Directiva de la CEOE. Asamblea General de CEPYME.
• Asamblea General, Junta Directiva, Comité Ejecutivo y Consejos y Comisiones Empresariales de la CEA, presidiendo su presidenta, Ana Alonso Lorente, el Consejo de Igualdad de la CEA y ostentando el cargo de tesorera de la Confederación de Empresarios de Andalucía.

Además, la organización, cuenta con representantes en los siguientes órganos de participación y representación institucional:

• Consejo Andaluz del Trabajo Autónomo.
• Consejo Económico y Social de Andalucía.
• Consejo Rector de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía.
• Consejo Andaluz de Relaciones Laborales.
• Consejo Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales.
• Consejo Andaluz de Estadística y Cartografía.

Desde sus orígenes, ha apostado por aumentar la capacidad de las empresarias para participar de forma plena en los distintos espacios en los que se desenvuelve la vida económica y por dotar al colectivo empresarial femenino andaluz, de los recursos estratégicos y los instrumentos precisos para el fortalecimiento, crecimiento y consolidación de las empresas y actividades económicas que gerencian y lideran.

A lo largo de su trayectoria, la FAME, ha asumido un importante rol catalizador de los intereses del colectivo empresarial al que representa, coadyuvando en el desafío de los estereotipos convencionales respecto a las necesidades y aspiraciones de las empresarias, haciendo visibles determinados intereses que permanecían ocultos e involucrando a las propias empresarias en los necesarios procesos de cambio que quedan por implantarse, incidiendo en la importancia de su dimensión identitaria como colectivo.